Fundación Gente de la Calle es una institución de derecho privado, solidaria, formada por profesionales y voluntarios; que se ocupa de las personas en situación de calle en todas sus dimensiones, favoreciendo su dignidad e integración a la sociedad.
Fue constituida mediante Decreto Exento 371 del Ministerio de Justicia, con fecha 31 de Marzo de 2003, publicado en el Diario Oficial el 16 de Abril de 2003, como continuadora de la Corporación Gente de la Vega, sujeta a los estatutos tipo aprobados por el Ministerio de Justicia el año 1997.
Fundación Gente de la Calle, desde el inicio de su historia, debió enfrentar la muerte como uno de los momentos más complejos en las acciones de colaboración, asistencia e intervención; con personas que se encontraban en situación de calle.
Sin duda, la vinculación afectiva con aquellos que fallecían generaba en el equipo y en los otros beneficiarios, una sensación de pérdida íntima: Eran “nuestros viejos” los que partían sin retorno y, el silencio, entre nosotros y ellos, se volvía sólido y permanente.
Por ello, la muerte como horizonte cierto e inequívoco siempre ha estado presente en la reflexión y el quehacer de la fundación. Al menos dos situaciones de alta complejidad se debían abordar en relación con la muerte:
Ambos fueron, y son, resueltos, a través de la sensibilización, ante las autoridades correspondientes (hospitales, Servicio Médico Legal, Cementerios) de la “situación” de calle en la que se encontraba al momento de fallecer una persona, es decir, que, entre otros factores, este no contaba con más redes de apoyo y cuidado que las que la fundación le proveía: habitabilidad, acceso a salud, acompañamiento psico-social, como ejemplos.
La primera de estas situaciones se aborda estableciendo un trabajo colaborativo directo con los servicios sociales de los principales hospitales públicos de Santiago, pudiendo a través de su apoyo, realizar las gestiones necesarias para la tramitación administrativa conducente a la sepultación. La segunda, fue abordada con la solidaridad de personas naturales y empresas, que, a través de donaciones, permiten financiar a las organizaciones de la sociedad civil que abordan esta problemática, por no contar con financiamiento público que aborde esta dimensión.